jueves, 17 de febrero de 2011

Observación de Mercado

Observación de Mercado
Investigación de Campo
Lugar: Mercado Satélite Santa Ana
Dirección: 30 Avenida y 28 calle zona 5, ciudad capital
Personas Entrevistadas: 10 personas
HOMBRES
MUJERES
Manuel “Meme” – 50 años Originario de: Quiché
Negocio: Venta de Frutas
Religión: Católico
María Isabel – 35 años
Originaria de: Chimaltenango
Negocio: Venta de Comida Típica
Religión: Católica
Tomás – 24 años
Originario de: Ciudad Capital
Negocio: Venta de Frutas
Religión: Evangélico
Juanita – 12 años
Originaria de: Totonicapán
Negocio: Venta de Tortillas
Religión: Católica
Pedro – 35 años
Originario de: Santiago Atitlán
Negocio: Venta de Verduras
Religión: Evangélico
Doña Liseth – 40 años
Originaria de: Jutiapa
Negocio: Venta de Ropa
Religión: Católica
Don Cornelio – 51 años
Originario de: Escuintla 
Negocio: Venta de Lácteos
Religión: Católico
Doña Marina – 70 años
Originaria de: Asunción Mita
Negocio: Venta de Tostadas
Religión: Católica
Sebastián – 25 años
Originario de: Huehuetenango
Negocio: Venta de Verduras
Religión: Católico
Doña María Elena – 55 años
Originaria de: Quiché
Negocio: Venta de Comida Típica
Religión: Católica
Nota: los entrevistados viven en la ciudad capital, en su mayoría cerca del mercado, algunos viajan a sus lugares de origen los fines de semana o días festivos a excepción de Doña María Elena, quien al llegar a la capital hace aproximadamente 30 años, no ha regresado al Quiché.
El Mercado:
El tradicional mercado que cuenta con una historia de 50 años, se encuentra ubicado en la zona 5 de la ciudad capital  su nombre se debe a que la colonia donde se encuentra instalado tiene por nombre “Santa Ana”, cuenta con aproximadamente 100 a 150 vendedores de entre los cuales su mayoría se dedica a la venta de frutas y verduras, otros a la venta informal de víveres, ropa y accesorios, música y películas y como en todo mercado, no podían faltar los puestos de comida típica.
El mercadito, alegre, humano y organizado se caracteriza por ser un mercado limpio,  con precios accesibles para sus visitantes y seguro, pues cuenta con la protección de la Dirección de Seguridad de Mercados POLIMERC.
La visita:
El 5 de febrero de 2011, asistimos al Mercado Santa Ana a realizar una serie de entrevistas para la investigación de campo con el fin de recabar datos de interés relacionados con:
·         Datos personales de los entrevistados
·         Seguridad del mercado
·         Opinión sobre la criminalidad en el país
·         Opinión sobre el aumento de precios
·         Compra y traslado de sus productos
·         Tipos de contrato e impuestos que pagan para poder vender
·         Autoridad en el mercado
Los entrevistados:
La muestra total de entrevistados corresponde a 10 personas, hombres y mujeres en edades promedio de 40 años, como dato curioso pudimos observar que los entrevistados proporcionaban únicamente su nombre y no sus apellidos, al momento de identificarse.
En nuestro recorrido pudimos observar que al mercado asisten pocos niños a realizar compras, sin embargo, los que asisten se encuentran acompañados de personas adultas.
Al inicio de la observación, la actividad se tornó un tanto complicada, pues la mayoría de personas se siente amenazada y es reacia a proporcionar información, algunos de los vendedores que se negaron a colaborar con las entrevistas dijeron:
·         “No tengo tiempo, estoy ocupado”
·         “Voy a desayunar”
·         “No me gustan estas cosas”
·         “Tengo un mal presentimiento”
Estas situaciones dificultaron el desarrollo de la actividad, sin embargo, nos avocamos con otros vendedores que, con cierta desconfianza se tomaron el tiempo para responder a nuestras preguntas y conversar algunos temas.
Algunas de las estrategias utilizadas fue el consumo de sus alimentos y bebidas, lo cual nos permitió generar un clima agradable y de confianza para poder iniciar con la “platica”.
Al iniciar la conversación con cada entrevistado, se les cuestionó sobre el horario que cumplen en el mercado, la mayoría indica iniciar sus labores a partir de las 6:00 de la mañana, pues la mayor afluencia de visitantes es a las 9:00 horas y deben estar ya preparados para atender a sus clientes.  Todos los vendedores terminan de laborar a las 16:00 horas pues el área del mercado se convierte en un carril reversible de vía rápida.
A los entrevistados les preguntamos: ¿Cómo comparan ellos este mercado en relación con el CENMA y/o La Terminal?
La mayoría nos respondió que ellos prefieren realizar sus compras en La Terminal, pues los precios son más cómodos, el producto es más fresco, el transporte para movilizar sus productos es más accesible, y ahora ya cuenta también con seguridad pública y privada; aunque reconocieron que en el CENMA, el área es más grande y limpia pero tanto los precios de los productos así como el transporte es más inaccesible en cuanto a precios y distancia.
Los vendedores comentan que prefieren comerciar en un mercado satelital que en un mercado cantonal, pues todos se conocen entre sí, lo cual facilita su organización.
El tipo de contratos que suscriben para poder vender en el mercado, se realiza con ayuda del Comité, quienes son los encargados de brindarles asesoría y dirigirlos a la Municipalidad Capitalina a realizar su pago correspondiente al espacio que ocupan, el tamaño promedio de un puesto es de 2 metros cuadrados y los precios por mes oscilan entre Q30.00 y Q.50.00., el procedimiento autorizado por la Municipalidad es el siguiente:
Las Entrevistas:
Durante las conversaciones, al ser cuestionados sobre las acciones que tomaban si identificaban a un ladrón en el mercado, nos respondieron que en el mercado los vendedores están organizados y sienten apoyo por parte de la Dirección de Seguridad de Mercados POLIMERC, misma que no tiene costo para los vendedores, quienes a su vez colaboran brindando a los agentes que los protegen alimentos en el desayuno y almuerzo.
Únicamente Manuel difirió de las otras opiniones, expresando que los vendedores no están organizados como en otros mercados, pues este mercado es más tranquilo y en el tiempo que él lleva de vender allí, “por fortuna, no ha pasado nada”.
En relación a este tema se les cuestionó su credibilidad hacia la policía o él ejercito, ¿En quién confían más? y los entrevistados respondieron así:
·         4 de ellos indicaron confiar más en la policía
·         3 confían más en el ejercito, esto por su duro entrenamiento y estilo de vida
·         2 de ellos indicaron no sentir confianza por ninguno de ellos, sino únicamente por Dios
·         Y 1 entrevistado respondió: “Yo no confío en nadie”.
Respecto a la criminalidad en Guatemala, todos los entrevistados coinciden en que la situación es peligrosa y de excesiva violencia, piensan que es una situación que afecta a todo el país y que está ligada al aumento en los precios de la canasta básica, combustibles, etc., piensan que esto genera más crisis económica y ellos lo ven reflejado en la reducción de sus ventas, piensan que estas situaciones obligan a ciertas personas a delinquir; por ello la mayoría de ellos sugirió que el gobierno genere fuentes de empleo, refuerce y capacite a la Policía Nacional Civil, y obligue al ejército a brindar protección ciudadana.
Conclusión:
Al concluir la actividad pudimos determinar que los vendedores son personas muy trabajadoras, dedicadas a sus negocios para lograr el bienestar de ellos y sus familias, son ciudadanos preocupados por su país que al igual que el resto desean una Guatemala mejor.
Importante: en relación a las preguntas:
  • Pregunten cómo se identifican ellos, si indígena, ladino, indio, maya, o qué.
  • Díganle a la persona –CON TACTO—“Sr., Sra.: si yo le digo ´Indio´o ´India´, cómo se sentiría usted.
  • Pregunten qué entienden los/las entrevistadas por “cholero, shumo, muco, naco.

No consideramos oportuno realizarlas, puesto que a pesar del deseo de colaborar de algunos, creemos que este tipo de preguntas podría incomodarles o causar inconvenientes.



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